En primer lugar, habría que hablar de varios tipos de dolor, de que todos
ellos son valorables teniendo en cuenta el umbral del dolor de cada persona y
de la empatía prestada en este acto de valorar.
Habitualmente, utilizo la “escala del dolor visual analógica” para la
valoración del dolor. Antes de presentar la escala, me gusta en la entrevista
abierta al paciente y al familiar informarme si existe algún proceso de duelo
en curso o algo reciente, qué cosas afectan más o menos a la integridad
psicosocial de esa persona y sus experiencias y perspectivas tras esta
valoración del estado. Así, me será mucho más fácil empatizar y entrar en el
paradigma del paciente y valorar el dolor que presenta y poder clasificarlo
según el tipo, además de también desde a priori organizar diferentes
actividades y cuidados encaminados a paliar dicho estado.
La escala Visual Analógica en el documento que yo utilizo normalmente, tiene
este esquema:
El paciente tiene que valorar del 1 al 10, siendo el 10 el dolor más
fuerte, cómo valora su dolor. Antes de presentar el documento, se realizan las
preguntas de: ¿Te duele?, ¿Cuánto te duele?, ¿Dónde te duele?, ¿El dolor es
constante, o es punzante?, ¿ Sólo te duele en una zona concreta o se difumina
para otra parte del cuerpo?.
Las escalas que existen y se utilizan con más frecuencia son:
1. Escala
visual analógica:
Ventajas:
muy manejable y fácil de comprender.
Inconvenientes:
los dibujos de las caras pueden dar lugar a malinterpretaciones.
2. Escala
numérica (verbal o visual): 0 ausencia de dolor, 10 máxima intensidad de dolor.
Ventajas:
amplitud de respuesta, exactitud, mayor aplicabilidad de los datos, da más
formalidad.
Inconvenientes:
más compleja para el profesional explicarlo al paciente, con lo que el paciente
se siente más inseguro a la hora de contestar.
3. Sistema
de estadiaje de Edmonton.
Ventajas:
más concreto para muchas de las características del dolor
Inconvenientes:
es una escala utilizada normalmente y más concretamente para el dolor
oncológico.
4. Escala
descriptiva verbal: no dolor, dolor leve, moderado, intenso, insoportable.
Ventajas:
fácil de entender, respuesta cercana a la realidad.
Inconvenientes:
poca formalidad, nada específica.
Como
propuesta de mejora para una mejor valoración del dolor oncológico, me remito a
dar mi opinión de que el dolor es algo con lo que enfermería debería de estar
muy sensibilizada, ser el primer objetivo de nuestros cuidados y que las
actividades para la mejora del paciente y de su familia sea en primer grado la
paliación del dolor tanto psíquico como neurológico.
Es
importante como ya he dicho, establecer un clima agradable, poder adentrarnos
en la historia del paciente para empatizar con su situación y así entender de
primera mano el dolor que nos va a manifestar, todo esto dando una confianza y
una relación profesional-paciente adecuada para que no se omitan datos,
sentimientos o antecedentes y así poder realizar una valoración exhaustiva para
la posterior aplicación de intervenciones que den como final la adecuación de
los cuidados, analegesia, cariño y afrontamiento de la familia, la desaparición
del dolor y con todo ello, una mejor calidad de vida.
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